Vino al mundo el 7 de noviembre de 1907, en Quesada (Jaén) en el seno de una familia que tenía, por rama paterna, ascendencia riojanovasca y por la materna, jiennense. De 1918 a 1924 cursa estudios de bachiller en Jaén, en el colegio Santo Tomás, marchando luego a Madrid, donde vivirá hasta 1932, estudiando en la Academia de San Fernando. Acabados sus estudios, regresará a vivir a Quesada, realizando con cierta frecuencia viajes a diferentes puntos de España y del extranjero.
Tras el doloroso paréntesis de la guerra civil, Rafael Zabaleta, que se convierte en la estrella de la postguerra, en los llamados "salones de los Once", sigue viviendo entre Quesada y Madrid. Aumenta cada vez más su producción pictórica, que presentará en la Sala Biosca en 1942, al tiempo que concurre a la Exposición Nacional de Bellas Artes de ese mismo año. La década de los cincuenta significará la madurez de su estilo, que muestra rasgos expresionistas, toques de cubismo y colorido fauve, expresados con depurada técnica. Aquejado de una lesión cardíaca, muere en su pueblo natal el 24 de junio de 1960.
Interesado por la figura, el paisaje y la naturaleza muerta, lo que ha llevado a que algunos definan su pintura como regionalista asociada a la modernidad, sus primeras obras ilustran sobre su afán de búsqueda de un estilo propio, dejando traslucir las distintas influencias de los ambientes vanguardistas que frecuenta en sus viajes, y que él recreará para plasmar la esencia del campesinado andaluz, en la línea de la serie Estampa Popular, mostrando figuras estáticas de acusada geometría y fuerte cromatismo. Ejemplo de ello lo tenemos en Mujeres (1934), de claro aire picassiano, Crepúsculo de otoño (1946), y el Dormitorio (1948). Entre la colorista producción de los cincuenta sobresalen La tienda (1948), Formas y tierra de secano (1952), y Maternidad, del mismo año.
Alberto Villar Movellan
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