Nació el 5 de junio de 1898, en el Municipio de Fuente Vaqueros, en Granada (España).Era hijo del hacendado Federico García Rodríguez y de la maestra Vicenta Lorca.
De salud enfermiza y mal estudiante, se graduó luego de sortear varios obstáculos, en la Universidad de Granada, como abogado. Estudió música (piano) pero por influencia de su madre y de Don Fernando de los Ríos, comenzó a inclinarse por la poesía. Su primer artículo, data de 1917, y fue con motivo del aniversario de José Zorrilla.
De salud enfermiza y mal estudiante, se graduó luego de sortear varios obstáculos, en la Universidad de Granada, como abogado. Estudió música (piano) pero por influencia de su madre y de Don Fernando de los Ríos, comenzó a inclinarse por la poesía. Su primer artículo, data de 1917, y fue con motivo del aniversario de José Zorrilla.
Su obra muestra la influencia de autores como Benito Pérez Galdós, Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset, Lope de Vega, Juan Ramón Jiménez, Antonio y Manuel Machado, entre otros.
Su padre lo ayudó económicamente para que en 1918 apareciera su primer libro “Impresiones y Paisajes”. En teatro, estrenó en 1920 “El maleficio de la mariposa”. En 1921 “Libro de poemas” (Antología) y en 1923 “La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón” (Comedia de títeres). Publicó “Canciones” en 1927, y al año siguiente surgió la Revista Literaria “Gallo” de la cual solo dos números fueron editados. Aparece ese mismo año el libro “Primer romancero gitano”, donde expresa con grandes metáforas y abundancia de símbolos (La luna, los colores, los caballos, los peces) sentimientos sobre el amor y la muerte en una mítica Andalucía.
En 1929 viajó a Nueva York, donde publicó “Poeta en Nueva York” Un año más tarde se dirigió a La Habana, donde escribió “Así pasen cinco años” y “El público”. Ese mismo año regresó a España donde se estrenaba “La zapatera prodigiosa”, su farsa popular, que enfrenta realidad e imaginación.
Su producción siguió creciendo: “Bodas de sangre”, “Yerma” y “Doña Rosita la soltera” fueron escritas con el gran apoyo moral y financiero de su amigo Fernando de los Ríos, que se desempeñaba como Ministro de Instrucción Pública. Fue nombrado Director del teatro universitario La Barraca, y desde allí realizó una amplia labor de divulgación por toda España.
Viajó a Argentina y Uruguay entre 1933 y 1934, con gran éxito. En 1935, escribió “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, en la línea del neopopulismo.
Luego, sobrevinieron, en 1936, “Diván del Tamarit” y “Sonetos del amor oscuro”. En “La casa de Bernarda Alba”, afronta el drama de la represión de lamujer y la intolerancia.
Luego, sobrevinieron, en 1936, “Diván del Tamarit” y “Sonetos del amor oscuro”. En “La casa de Bernarda Alba”, afronta el drama de la represión de lamujer y la intolerancia.
En general, su obra, que puede agruparse en farsas, comedias, tragedias y dramas, se inscribe en el dramatismo y el realismo político, inspirado en temas como el amor, la esterilidad, la infancia y la muerte.
Con una gran capacidad de síntesis, armoniza formas, tonalidades y símbolos, como por ejemplo, la luna, que muchas veces representa la muerte, y en otras, la fecundidad, la esterilidad o la belleza. Sus metáforas relacionan elementos opuestos de la realidad y transmiten efectos sensoriales entremezclados.
La tradición está muy presente en su obra, a través de la música y los cantos tradicionales.
Con una gran capacidad de síntesis, armoniza formas, tonalidades y símbolos, como por ejemplo, la luna, que muchas veces representa la muerte, y en otras, la fecundidad, la esterilidad o la belleza. Sus metáforas relacionan elementos opuestos de la realidad y transmiten efectos sensoriales entremezclados.
La tradición está muy presente en su obra, a través de la música y los cantos tradicionales.
Tuvo la influencia del drama modernista, del teatro de Lope de Vega y de Calderón de la Barca.
Falleció fusilado en Granada, víctima del fascismo, durante la Guerra Civil española, a pesar de no haberse afiliado a ninguna fracción política, aproximadamente el 19 de agosto de 1936.
Luego de su muerte, se publicaron “Primeras canciones”, “Amor de Don Perlinplín con Belisa en su jardín” y “Odas y Suites”.
Obra
El universo lorquiano se define por un palpable sistematismo: la poesía, el drama y la prosa se alimentan de obsesiones -amor, deseo, esterilidad- y de claves estilísticas constantes. La variedad de formas y tonalidades nunca atenta contra esa unidad cuya cuestión central es la frustración.
Estilo
Los símbolos: de acuerdo con su gusto por los elementos tradicionales, Lorca utiliza frecuentemente símbolos en su poesía. Se refieren muy frecuentemente a la muerte aunque, dependiendo del contexto, los matices varían bastante. Son símbolos centrales en Lorca:
- La luna: es el símbolo más frecuente en Lorca. Su significación más frecuente es la de muerte, pero también puede simbolizar el erotismo, la fecundidad, la esterilidad o la belleza.
- El agua: cuando corre, es símbolo de vitalidad. Cuando está estancada, representa la muerte.
- La sangre: representa la vida y, derramada, es la muerte. Simboliza también lo fecundo, lo sexual.
- El caballo (y su jinete): está muy presente en toda su obra, portando siempre valores de muerte, aunque también representa la vida y el erotismo masculino.
- Las hierbas: su valor dominante, aunque no único, es el de ser símbolos de la muerte.
- Los metales: también su valor dominante es la muerte. Los metales aparecen bajo la forma de armas blancas, que conllevan siempre tragedia.
La metáfora: es el procedimiento retórico central de su estilo. Bajo la influencia de Góngora, Lorca maneja metáforas muy arriesgadas: la distancia entre el término real y el imaginario es considerable. En ocasiones, usa directamente la metáfora pura. Sin embargo, a diferencia de Góngora, Lorca es un poeta conceptista, en el sentido de que su poesía se caracteriza por una gran condensación expresiva y de contenidos, además de frecuentes elipsis. Las metáforas lorquianas relacionan elementos opuestos de la realidad, transmiten efectos sensoriales entremezclados, etc.
El neopopularismo: aunque Lorca asimila sin problemas las novedades literarias, su obra está plagada de elementos tradicionales que, por lo demás, demuestran su inmensa cultura literaria. La música y los cantos tradicionales son presencias constantes en su poesía. No obstante, desde un punto de vista formal no es un poeta que muestre una gran variedad de formas tradicionales; sin embargo, profundiza en las constantes del espíritu tradicional de su tierra y de la gente: el desgarro amoroso, la valentía, la melancolía y la pasión.

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