Nació en Sevilla en 1896. Este sindicalista y político ingresó muy joven en la Confederación Nacional de Trabajadores-CNT, en la que desarrolló una intensa actividad sindical que le hizo destacar en el sindicato de la Construcción, de donde pasó al Partido Comunista con otros destacados sindicalistas, que sentían admiración por por la revolución soviética y eran partidarios de integrarse en la Internacional Comunista.
Con el golpe de estado del general Primo de Rivera en 1923, el Partido Comunista es declarado ilegal, si bien en 1925 se organizó una conferencia regional. en este mismo año en la Regional andaluza sobresale un joven surgido de la CNT: José Díaz Ramos. La directiva del partido le confió reorganizarlo en Sevilla y luego lo nombró secretario regional.
En el IV congreso del Partido Comunista, celebrado en Sevilla en 1932, fue elegido secretario general del partido, en cuyo comité central figuraban entre otros Dolores Ibarruri, Vicente Uribe, Antonio Mije, Manuel Delicado y León Trilla, partidarios todos ellos de afianzar la República y llevar a cabo reformas agrarias en profundidad, lo mismo que atender las reivindicaciones nacionalistas; tendencias opuestas a los otros integrantes del comité central, que creían en la posibilidad de una revolución proletaria, no daban importancia a la reforma agraria y se oponían a las aspiraciones de los nacionalistas de las regiones históricas.
A José Díaz le tocó la dirección del PCE, durante casi toda la República y toda la Guerra Civil. Fue diputado a Cortes en la República, sin embargo su actividad se centró en levantar poco a poco un partido que a principios de la República contaba con escasos militantes y que él hizo crecer ampliamente.
Políticamente fue un hombre lúcido y eficaz y en una perspectiva humana se le reconocía sencillo y modesto. Siempre estaba cerca de la gente que constituía el pueblo.
No fue, sin embargo, un hombre demasiado fácil para los asesores del Komintern, con los que tuvo diversos enfrentamientos. El deterioro progresivo de su salud hizo que se trasladara a la Unión Soviética en diciembre de 1938. En Moscú siguió trabajando como miembro del secretariado del Komintern hasta su traslado a Tifilis (Georgia), donde falleció el 20 de marzo de 1942. Según algunas versiones, se suicidó arrojándose a la calle desde un balcón.
José Mª Zapico Ramos

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